El poder de Ulmo: la importancia del océano en Arda y la Tierra

Hace un par de semanas el mundo fue sorprendido por una noticia devastadora para nuestros océanos: Japón aprobó un plan para liberar aguas de la central nuclear de Fukushima al océano pacífico. Estas aguas serían tratadas para que tengan niveles de seguros de radioactividad, pero esto no logró amainar la preocupación mundial por los efectos adversos que podrían tener miles de litros de agua radioactiva en los ecosistemas marinos y, por consiguiente, en la vida humana. 

¿Qué escribiría Tolkien al respecto? ¿Cómo lo reflejaría en sus escritos? Y yendo más allá: ¿Cómo podemos conectar la obra de Tolkien con nuestra misión como seres humanos de proteger este lugar? Si bien mucho de la presencia de la naturaleza en la obra de Tolkien se enfoca en lo terrestre, el profesor también escribió sobre el agua, sobre su magia y misticismo.

En la obra más famosa de Tolkien podemos encontrar algunas referencias al agua: una de las formas en que Galadriel manifiesta su magia es a través de las aguas de su espejo. Aquí ella puede ver el pasado, presente y futuro, aunque cuan certero es, ella misma no puede decirlo. El Espejo de Galadriel nos muestra que el agua es un vehículo para la magia y adivinación, pues es un elemento puro e imbuido por los poderes de los valar.  

¿Quiénes son los valar? Para quienes recién están entrando a este mundo, los Valar son el equivalente a la divinidad de Arda. Erü concibió el mundo como lo conocemos, guiando a los Ainur para que le dieran forma a su plan. Algunos de los Ainur bajaron a Arda en los primeros días de su existencia y tomaron forma física, convirtiéndose en Valar. Y cada Valar se encargaba de desarrollar un aspecto de la voluntad de Erü. Así, los océanos y los mares fueron regidos desde el inicio por Ulmo, el Señor de los Mares y el Rey del Mar.

En aquellos días de la creación de Arda, Ulmo era el músico más hábil y logró tejer su maravillosa música en las aguas que cubrieron el mundo: el océano, los ríos, lagos y aguas subterráneas. Sus canciones y poder pueden encontrarse en las entrañas del mundo, de tal forma que los elfos dicen que el eco de su música puede escucharse en los cursos de agua del mundo. Además, a través de las aguas Ulmo se mantiene enterado de todo lo que acontece en la Tierra Media, conoce cada problema, cada verdad, cada mentira. Y, a su propia manera, intervino cuando lo estimó necesario para ayudar a los elfos y hombres, en tiempo ya lejanos. Por ejemplo, en la Caída de Gondolin guió a Tuor para salvar a los elfos del acecho de Morgoth y también levantó la isla de Númenor en la segunda edad, como regalo para los hombres. De esta isla desciende el linaje de los reyes de Gondor.

Junto a Ulmo, otros personajes poderosos gobernaban las aguas: sus vasallos Ossë y Uinen, quienes cuidaron de los elfos en diversos puntos de la historia. Los elfos, a su vez, eran criaturas fascinadas por el mar y el sonido del agua. En ella no sólo escuchaban la música de Ulmo y su voz en momentos de necesidad, si no que les invadía la nostalgia por volver a tocar las tierras de Valinor. Es tanta la pasión de los elfos por el agua y el mar, que muchos vivieron junto al mar: Por un lado, los Teleri en Valinor, quienes residían en Alqualondë donde contruyeron barcos con forma de cisne impulsados por aves, velas y remos. Los Teleri aprendieron la música de Ulmo, siendo los mejores cantantes de todos los elfos.

Y como toda criatura, el mar les inspiraba amor, nostalgia, pero sobre todo respeto… porque los designios de este son impredecibles.

Nuestro mundo puede no tener este elemento mágico presente en nuestras aguas, pero eso no quita que esta sea digna de respeto y amor. Quizás Ulmo no está presente en nuestros océanos y mares, pero allí podemos encontrar una magia aún mayor: la vida marina. También puedes sentarte en la costa o las orillas de un río, guardar silencio y escuchar: quizás escuches a Ulmo, Ossë o Uinen, quizás escuches el reflejo de tus propios pensamientos, mas no cabe duda que la magia está ahí. Y es nuestro deber cuidarlo, amarlo y entregarle la reverencia que merece. Más que mal, es la base de la vida en nuestra Tierra… igual que en la Tierra Media.

¿Qué podemos hacer, Tolkiendilis, para contribuir al cuidado de nuestras aguas?

Ulmo, de seguro, nos guiará.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-56727528