«Pippin miró fuera amparado en la capa de Gandalf. No sabía si estaba despierto o dormía, dentro aún de ese sueño vertiginoso que lo había arrebujado desde el comienzo de la larga cabalgata»
Con estas palabras el escritor británico J.R.R Tolkien dio comienzo a la conclusión de su exitosa trilogía “El Señor de los Anillos” publicando un 20 de Octubre de 1955, hace 60 años, la tercera entrega: “El Retorno del Rey”, concluyendo la trama comenzada en “La Comunidad del Anillo” y “Las Dos Torres”.
Hoy no se conmemora únicamente el final de esta trilogía. Hoy para sus lectores, para los amantes de la literatura y para las Sociedades Tolkien alrededor del mundo no sólo representa el fin de la travesía de Frodo Bolsón en su aventura dentro de la Tierra Media, la vuelta de la tan esperada paz entre los reinos de esta misma y el fin de la Tercera Edad; este día representa el nacimiento de una nueva era de entendimiento de la literatura fantástica como tal.
Pero si creían que la carrera literaria de Tolkien terminó con el desenlace de su principal obra están muy equivocados. Libros como “Las Aventuras de Tom Bombadil y otros poemas del libro rojo” publicado en 1962, u “Hoja de Niggle” publicado en 1964 causaron furor en la audiencia que Tolkien había forjado. Póstumamente su hijo Christopher, publicaría en 1977 “El Silmarillion”, en 2007 “Los Hijos de Húrin” y en 2013 “La Caída de Arturo”, por nombrar algunos. El fin de la trilogía fue el comienzo del mágico legado que Tolkien le dejo a los jóvenes y no tan jóvenes del futuro. El mundo que creó puso un antes y un después a lo que se conocía como literatura fantástica, dejó a sus seguidores con hambre de más y unió el corazón de todos sus lectores, incluido el nuestro, en uno solo gracias a sus historias.
Tolkien expresó todo su amor por el mundo natural, ya que él decía que la Tierra Media era nuestro mundo en su estado prístino. Nos dejó enseñanzas referentes a lo importante que pueden llegar a ser los árboles en nuestras vidas, la amistad, compañerismo y sacrificio, dejando una huella en el mundo y sin duda una huella en cada uno de nuestros corazones.